Domingo, 7 de marzo de 2010
Este fin de semana tuvimos la suerte de recorrer un sendero que con apenas 7,5 Km. de recorrido y una dificultad baja, representa actualmente, junto con su entorno una muestra inmejorable del patrimonio etnográfico, natural y paisajístico del sur de Tenerife, aglutinando en un corto recorrido algunos de los rasgos más representativos de la identidad de estos espacios rurales de esta comarca del sur.
Iniciamos nuestra ruta en el Mirador de la Centinela. Desde el nos pusimos en sintonía con el paisaje, y comenzamos a caminar.
Nuestro camino discurre sin dificultad entre parcelas de cultivos abandonadas, históricamente vinculadas al cultivo del cereal en la zona. Los bancales se ven muy desdibujados y presentan vegetación silvestre.
Vemos a nuestro paso una importante colonia de Cardoncillos, y numerosos cardones y tabaibas como ejemplares más representativos de la vegetación que caracteriza el paisaje de la zona.
Cayetano hizo parar nuestra marcha y nos invitó a contemplar unos segundos el Monumento Natural de Roque de Jama y nos explicó que este roque es un pitón sálico de gran antigüedad que ha quedado al descubierto por la erosión diferencial, mostrando su estructura interna. Estos materiales pertenecen a lo que se considera como el Macizo Antiguo de Adeje, estructura volcánica de gran antigüedad.
En este descenso desde el mirador de La Centinela, Cayetano nos dijo que había numerosos vestigios de la ocupación y aprovechamiento de este territorio por parte de la población prehispánica de la comarca. Acto seguido nos lo demostró y apreciamos en los márgenes del propio sendero algunas cazoletas; pequeños huecos labrados en tosca con unos canalillos que salen desde el recipiente y que eran utilizados por los guanches para realizar ofrendas depositando en ellas leche o agua. También nos enseñó antiguos grabados líbico-bereberes creados mediante la técnica de incisión y que poseen en su mayoría formas geométricas. Y nos hizo ver que todos estos elementos son reflejo de la importancia de la zona para la población aborigen.Siguiendo por el trazado del camino encontramos en el lado derecho del camino la conocida Casa del Gato. Esta es una casa tradicional canaria de una sola planta y tejado a dos aguas, dividida en dos cuartos, uno utilizado como vivienda que presenta aún el enlosado original de loza chasnera, y otro destinado a estabular ganado. Esta vivienda de medianeros presenta en su entorno una era, terrazas de cultivo con muros de piedra seca, algunas cuevas que se utilizaron como corrales, además de algunos pequeños pasiles destinados al secado de fruta.
Avanzamos y dejamos a tras algunas cuevas labradas en tosca, que se utilizan para el refugio de personas y animales, así como para el almacenaje de alimentos y aperos, aprovechando las propiedades termorreguladores de este tipo de construcciones.
Ya los más pequeños imponían un descanso en la ruta para un desayuno y un descansito. Cayetano nos aconsejó llegar hasta la Fuente de La Hoya para ello. Y la verdad que fue un acierto, pues daba gusto descansar junto a ella y disfrutar del paisaje que la envuelve y de su frescura pues ya hacía calor. Cayetano nos explica que La fuente de La Hoya, presenta dos recipientes labrados sobre un almagre formado en material pumítico que almacenaban el agua y uno más pequeño en la parte más baja como abrevadero para animales. Nos dijo que la formación de los almagres se debe al calor desprendido por las coladas al paso sobre materiales que presentan materia orgánica o cierto grado de humedad, permitiendo un proceso de alteración, que forma una capa de color rojizo y de alta impermeabilidad que impide la infiltración de las lluvias, haciendo que fluyan por su superficie hasta encontrar los cortes en su estructura por donde el agua emerge al exterior.
...y es que dentro de la fuente había una única RANA que se convirtió en la gran protagonista del momento para estos chiquitos...¡pobre rana no le quitaron el ojo, o mejor dicho los ojos,, de encima hasta que nos fuimos de allí. Seguramente nunca antes fue tan admirada y "mareada" .
Entre los elementos más destacados del caserío de La Hoya destacan distintas casas tradicionales canarias alguna destinada ya en la actualidad a alojamiento de turismo rural como es el caso de la Casa Rural “ Vera de la Hoya”. Agradecemos a los propietarios de dicha casa haber abrierto generosamente las puertas de esta casa para que pudiéramos entrar y verla, tomar fotos e ilusionarnos en la posibilidad de volver a entrar por su puerta pero para quedarnos en ella y disfrutarla.
CASA RURAL "VERA DE LA HOYA"-Camino de la Hoya, 11. El Roque- San Miguel de Abona
http://www.sanmiguelrural.com/
Continuamos nuestro camino avanzando por dentro del caserío y a sus puertas como guardián, encontramos uno de los pocos hornos de teja que aun se conserva en perfectas condiciones en San Miguel de Abona, después de haber sido restaurado en 1993.Cayetano nos explicó que este horno fue construido entre finales del siglo XIX y principios del XX por D. Andrés Delgado Marrero. Posee una altura de más de 4 metros y unos muros que sobrepasan los 75 cm. de ancho. En la parte más baja observamos una cámara de un metro de alto, que se utilizaba para colocar la leña que se necesitaba para la cocción de las tejas, además de cumplir la misión de aguantar el peso de las mismas (unos 3.000 Kg.) La cámara alta tiene una altura de 3’25 metros y su anchura decrece ligeramente en su parte más alta, donde presenta un diámetro de 2’50 metros. A un lado presenta una abertura rodeada por piedras labradas en tosca blanca.
Retomamos el camino y nos encontramos con La Fuente de Tamaide que se localiza en el margen derecho del barranco, al pie de un escarpe, donde se aprecia un buen corte geológico que ayuda a comprender los condicionantes naturales que condicionan el emplazamiento de la fuente en esta zona del barranco. En esta se observa una colada basáltica de unos tres metros de potencia sobre un almagre formado en material pumítico. Junto a ella vemos pequeños canales y tanquillas que confluyen en distintos depósitos.
Concluimos nuestra ruta sobre las 14.00 horas en la Plaza de San Miguel Arcangel. Allí almorzamos no sin antes cumplir una promesa a los más pequeños: Chocolatinas para quienes acertaran las dos preguntas de la ruta de hoy. Ellos fueron, Raúl y Carlos. ¿Qué preguntas fueron esas?: ¿Cómo se llama el mirador desde el que partimos? y ¿Cúal es el nombre de la fuente en la que estaba la rana "encantadora"? ¡Qué ricas estaban las chocolatinas!, ¿eh?.