"Es uno de los más espectaculares ejemplos de inversión de relieve a partir de un DOMO FONOLITICO del Volcán las Cañadas. Se trata de un domo que se encontraba en una zona llana y derramó una gruesa colada horizontal. La erosión diferencial ha desmantelado casi por completo el domo dejando en inversión del relieve la gruesa colada circular, que justifica el nombre de el sombrero que le han dado."
Antes de que saliera el sol ya estábamos dispuestos para la partida.
Tomamos rumbo a Vilaflor y después de una hora de viaje por carretera llegamos al lugar de inicio de la ruta. Para poder llegar rápido a este punto esta gente Fasniera se buscó unos atajos, que casi nos perdemos, aunque ciertamente no hay nada que no tenga su parte buena y es que así en vez de ver siempre la misma carretera y el mismo entorno pudimos disfrutar de un paisaje precioso, casitas antiguas con sus huertas, perdidas en un un paisaje auténticamente rural y propio del sur.
Ocho y media de la mañana y ya estábamos iniciando la ruta en el km 60, un poquito antes de llegar al Parque recreativo de Las Lajas.
¡5º grados!¡QUÉ FRÍO! Con el frío que sentíamos y la pedazo de subida que teníamos delante de nosotros, empezamos a caminar que ni la bienvenida nos dimos.
Ya en lo alto descansamos, nos saludamos dimos la bienvenida a los nuevos montañeros y a nuestro guía Antonio Jesús Delgado Marrero. Un poquito de agua, unas almendras y unas tortitas chasneras que compró Cayoya bien tempranito en Vilaflor …y proseguimos el camino.
Seguimos el sendero marcado.
La pendiente ya no era tan dura y se caminaba con facilidad.Pronto nos encontramos con un refugio pastoril.
Al ir subiendo podíamos apreciar claramente la diferencia entre la flora de la zona de pinar y la zona de alta montaña.
Distendidamente avanzamos contemplando el paisaje y disfrutándolo, a la vez que fotografiábamos la flora propia de nuestra cumbre:
La retama del Teide, el cedro, el pino, la chajora, la malpica, el codezo, y el alehlí del Teide.
Hacía mucho frío, pero más debía de haber hecho esa noche porque a nuestro paso encontramos escarcha (hielo) y algunos charcos de agua congelada.
¡VALIÓ LA PENA!